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No me retraje [...] de enseñarles públicamente y de casa en casa (Hech. 20:20).
Muchas personas escucharon el mensaje que Pablo difundió de casa en casa y en lugares públicos. Es muy probable que después algunas de ellas se fueran de Éfeso por cuestiones de negocios, para visitar a parientes o simplemente para escapar del ajetreo de la gran ciudad, tal como mucha gente hace hoy día. Además, en aquel entonces había quienes visitaban Éfeso por negocios o por otras razones. Es posible que mientras estaban allí hayan conocido a Pablo o lo hayan escuchado predicar. ¿Qué harían al regresar a casa? Quienes aceptaran la verdad darían testimonio a otras personas, e incluso quienes no la aceptaran seguramente hablarían de lo que habían escuchado en Éfeso. De ese modo, sus parientes, vecinos o clientes habrían tenido la oportunidad de escuchar y aceptar la verdad (compárese con Marcos 5:14). ¿Qué nos enseña esto sobre el efecto que puede tener nuestra predicación? w08 15/12 4:5, 7
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