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Manténganse despiertos con toda constancia y con ruego a favor de todos los santos (Efes. 6:18).
Los ruegos son oraciones cargadas de sentimientos muy intensos. ¿En qué circunstancias podemos rogarle a Jehová? Sin duda, cuando sufrimos persecución o enfermedades muy graves. En esos casos, es natural que nuestras oraciones se conviertan en súplicas. Pero ¿son estos los únicos asuntos sobre los que podemos implorarle a Jehová? Fijémonos en la oración que Jesús nos dejó como modelo y observemos lo que dijo sobre el nombre, el Reino y la voluntad de Dios (Mat. 6:9, 10). Este mundo está hundido en la maldad, y los gobiernos humanos no pueden cubrir ni siquiera las necesidades básicas de la gente. Obviamente, debemos rogarle a nuestro Padre celestial que su nombre sea santificado y que su Reino acabe con el dominio de Satanás. También es oportuno pedirle que su voluntad se haga en la Tierra como se hace en el cielo. En conclusión, tenemos que permanecer alerta y usar todos los tipos de oración. w13 15/11 1:3, 6, 7
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