Cargando..
Perdonen lo que tengan contra alguno; para que su Padre que está en los cielos también les perdone sus ofensas (Mar. 11:25).
Aunque nos hemos bautizado en el nombre del Hijo, comprendemos que no por eso desaparece nuestra inclinación al pecado. Ser conscientes de este hecho nos ayuda en el diario vivir. Por ejemplo, ¿qué debería hacer el cristiano si alguien lo ofende? Recordar que tanto él como la otra persona son pecadores, por lo que ambos necesitan recibir el perdón de Dios y saber perdonar. Jesús ilustró esta necesidad con la historia de un hombre que le perdonó a uno de sus esclavos una deuda de sesenta millones de denarios (diez mil talentos). No obstante, este mismo esclavo se negó más tarde a perdonarle a uno de sus compañeros una deuda de solo cien denarios. El punto de Jesús era el siguiente: si no perdonamos a nuestros hermanos, Jehová no nos perdonará a nosotros (Mat. 18:23-35). Quien se bautiza en el nombre del Hijo no solo debe reconocer su autoridad, sino esforzarse también por seguir su ejemplo y sus enseñanzas, entre ellas la del perdón (1 Ped. 2:21; 1 Juan 2:6). w10 15/3 1:12
0 comentarios:
Publicar un comentario