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El acercarme a Dios es bueno para mí (Sal. 73:28).
No es posible disfrutar de todos los beneficios de ser parte de la familia de Jehová sin hacer el voto de dedicación. Como vemos, la razón por la que nos dedicamos a Dios es porque deseamos pertenecerle y porque, dentro de nuestra imperfección, queremos serle leales pase lo que pase (Mat. 22:37). La dedicación también es un acto de fe. Así es: nos dedicamos porque creemos en Jehová y confiamos en que su amistad es lo mejor para nosotros. Sabemos que no siempre será fácil servirle, pues vivimos “en medio de una generación torcida”. Sin embargo, estamos seguros de que Dios cumplirá su promesa de bendecir nuestros esfuerzos (Fili. 2:15; 4:13). No nos cabe la menor duda de que él será misericordioso cuando, por culpa de la imperfección, cometamos errores (Sal. 103:13, 14; Rom. 7:21-25). Y tenemos la certeza de que recompensará nuestra lucha por ser íntegros (Job 27:5). w10 15/1 1:14, 15
1 comentarios:
Está claro que la misericordia de Jehová es inmensa, total, que toma en cuenta nuestras limitaciones e imperfecciones, pues somos “polvo.
Satanás el Diablo, sostiene que los que sirven a Dios tienen como motivo el egoísmo,al mantener lealtad a Dios frente a las injusticias, podemos demostrar que nuestro corazón tiene la motivación apropiada, como lo hizo Job.
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