Cargando..
Regocíjense con los que se regocijan; lloren con los que lloran (Rom. 12:15).
Para iniciar conversaciones con nuestros vecinos y llegarles al corazón, debemos interesarnos de verdad en ellos. Si escuchamos con compasión a las personas, sabremos qué necesidades tienen y podremos explicarles mejor cómo puede ayudarles el Reino. Seguramente ha observado que una característica de los buenos evangelizadores es que saben escuchar (Pro. 20:5). Tales hermanos se interesan de verdad en la gente a la que visitan. No solo toman nota de su nombre y dirección, sino también de lo que les interesa y de sus necesidades. Si alguien les habla de un problema personal, buscan información y se la llevan a los pocos días. Como el apóstol Pablo, adaptan su presentación a la persona con la que están conversando (1 Cor. 9:19-23). Ese interés sincero atrae a la gente a la verdad y refleja “la tierna compasión de nuestro Dios” (Luc. 1:78). w08 15/7 2:11-13
0 comentarios:
Publicar un comentario