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Todos los atenienses y los extranjeros que residían allí temporalmente no pasaban su tiempo libre en ninguna otra cosa sino en decir algo o escuchar algo nuevo (Hech. 17:21).
El mundo que nos rodea y nuestra propia imperfección nos impulsan a pensar solo en las diversiones o a estar muy ocupados con nuestros asuntos personales. Es cierto que “para todo hay un tiempo señalado”, tanto para los ratos de ocio como para nuestro empleo, el cual nos permite mantenernos y cumplir nuestras obligaciones bíblicas (Ecl. 3:1). Pero el cristiano dedicado debe usar su tiempo de manera sabia y equilibrada. En nuestros días hay muchas personas que pierden el tiempo, tal como hacían los atenienses. Se entretienen con la televisión, los videojuegos, Internet e infinidad de cosas más. Cada vez hay más distracciones que pueden robarnos el tiempo. Si bajamos la guardia, podríamos descuidar nuestras necesidades espirituales. Incluso podríamos llegar a pensar que estamos demasiado ocupados para las actividades relacionadas con el servicio a Jehová, que en realidad son “las cosas más importantes” (Fili. 1:9, 10). w08 15/10 5:12, 13
1 comentarios:
Que amorosos son los consejos de Jah a través de la clase del esclavo.Debemos usar nuestro tiempo de manera sabia y equilibrada y no estretenernos mucho con la internet.
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